Begoña Arostegui es licenciada en Bellas Artes, ha trabajado más de 15 años como animadora y background artist para empresas como Imira Entertainment o Anima Kitchent. Ha diseñado carteles de largometrajes y ha sido directora audiovisual del grupo musical Vetusta Morla, dirigiendo y realizando visuales de sus giras. Actualmente colabora con XLR Producciones en la realización de visuales como los de la última gira de Alejandro Sanz.
Su corto ‘Yo’ forma parte del ciclo Creadoras de animación para el siglo XXI.
«Si sientes la pulsión de crear algo, tienes que lanzarte»
Sabemos que vienes del mundo de las Bellas Artes, pero ¿cómo surgió tu interés por hacer cine de animación?
Bueno, con veintitantos años entré a trabajar por primera vez en un estudio de animación muy pequeño, porque buscaban dibujantes que controlasen el programa Flash, y precisamente yo acababa de hacer un curso de creación de páginas web y en él había aprendido este programa que me tenía fascinada. Yo no tenía ni idea de animación (¡creo que sigo sin tenerla!) pero con el Flash empecé a practicar e incluso hice algunas piecitas… me tenía enganchada. Tanto en ese primer estudio como en los siguientes en los que he trabajado desde entonces, ha sido siempre en el departamento de arte, haciendo fondos y props básicamente para series de animación. Ahí he entablado amistad con gente que anima profesionalmente y de la que siempre he sentido mucha envidia y admiración, porque hacen magia.
«El paso al largometraje, por ahora, me parece inabarcable, lo veo demasiado grande, tengo tanto que aprender…»
Parece que encuentres inspiración en la literatura (Arthur Schnitzler, Bertolt Brecht,…) y observamos mucha intermedialidad en tu trabajo, ¿cómo dialoga tu cine con las demás artes (literatura, música, fotografía, dibujos, collages, pintura…)?
Voy a citar al maestro Jan Svankmayer, en el primer punto de su decálogo dice: “Remember there is only one form of “poetry”. The opposite of poetry is professional expertise. Before you start making a film, write a poem, paint a picture, create a collage, write a novel, essay, etc. Only by cultivating your ability for universal expression will you ensure that you produce a good film”. Bueno, Svankmayer es un artista completo, un artista con mayúsculas, con mucho talento por un lado y mucho sentido del humor por otro, y creo que su consejo es buenísimo. Tener la capacidad de absorción de cualquier forma de expresión artística siempre va a enriquecer tanto el proceso como el resultado.
«Cuanto más controles una herramienta, más libertad de expresión consigues»
Vas a fallar, puede que repetidamente, pero puedes aprender y disfrutar un montón. Y esas diversas formas de creación artística funcionan como vasos comunicantes, tanto cuando las realizan otras personas y te proporcionan alimento e inspiración, como cuando las prueba una misma. Algo que lees en un libro te da una idea para una ilustración, una música te inspira otra cosa, y esto te lleva a otra cosa…
Por otro lado, es cierto que cuanto más controles una herramienta y una técnica, más libertad de expresión te va a proporcionar. En este sentido, siempre me siento amateur. Diría que lo ideal sería esa mezcla de control técnico con el cultivo del universo imaginativo: pintando, escribiendo, leyendo… En cualquier caso, creo que si una siente la necesidad y el deseo de crear algo, por muy pequeño que sea y en la disciplina que sea, hay que lanzarse, con la humildad que proporciona el conocimiento de los propios límites y carencias, pero también con las ganas y el esfuerzo de «darlo todo» e intentar aprender siempre.
«Es fundamental que se trabaje desde la educación temprana la visibilidad y desarrollo de las mujeres en el cine»
Tu último cortometraje (Yo) obtuvo éxito en varios festivales, ¿cómo surgió la idea de adaptar el relato de Arthur Schnitzler? ¿Consideras este cortometraje como un giro en tu trayectoria?
En casa somos muy admiradores de Schnitzler. Y lo cierto es que fue mi pareja, Fernando Franco, quien después de leer este relato me lo recomendó e incluso me planteó la idea de que podría ser muy buen guion para un corto de animación. Tras leerlo, me encantó y sembró la semilla, aunque desde ese momento hasta que nos pusimos manos a la obra pasaron varios años… No sé si considerarlo un giro, pero este corto me ha dado muchas alegrías.
Desde el principio he disfrutado mucho haciéndolo y su posterior trayectoria por festivales ha sido genial. Siempre he tenido el problema, también en el tema de la pintura, de empezar muchas cosas y no terminarlas. Se quedan a medias, como residuos de lo que pudo haber sido. Algunos de estos restos los he reutilizado hace poco en un proyecto plástico personal que se llama La hora mala…. que para más inri está sin terminar. Por otro lado, siempre tiendo a hacer cosas muy personales y autorreferenciales, puedo resultarme un poco pesada, y salir de esa burbuja, contando además con una base de la calidad que tiene este relato, ha sido bastante nuevo y gratificante.
«Tener la capacidad de absorción de cualquier forma de expresión artística siempre va a enriquecer tanto el proceso como el resultado»
Sabemos que estás desarrollando otros cortometrajes, (Re-cordis y El Cambio de rueda) ¿Consideras tus cortometrajes un ejercicio para encaminarte para el largo? Esto es, ¿te planteas dar paso al largo?
Bueno, Re-cordis, por desgracia, es otro de esos proyectos que no terminé, sobre la muerte de mi padre. No sé si algún día lo retomaré, creo que es una espinita que tengo que sacar antes o después. Y Cambio de rueda, por suerte, sí está en marcha, y este no va a quedarse a medias. Ya tengo un guion y un comienzo de animática, estoy trabajando en ello. En cuanto al paso al largo, la verdad, me parece inabarcable, no me lo he planteado ni creo que ocurra… Nunca puedes predecir el futuro, pero ahora mismo lo veo demasiado grande. Prefiero centrarme en proyectos más pequeños que aun siendo auténticos retos me resultan más abarcables. Tengo tanto que aprender…
Si tuvieras que posicionar tu obra con respecto a la tradición cinematográfica, ¿de qué corrientes o movimientos artísticos dirías que es heredera? ¿Con la obra de qué directores sientes que la tuya dialoga? ¿Entre ellos hay alguna mujer?
En principio me cuesta ver algo así como “mi obra”, algo con esa consistencia y trayectoria en el tiempo. Y me da pudor señalar un diálogo de mis cosas con artistas a quienes admiro… Pero puedo mencionar a muchos que me encantan, en diversos ámbitos, y de esa admiración probablemente surja de manera inconsciente alguna pequeña huella en lo que intento hacer. Además de Svankmayer, y relacionado con el punto citado de su decálogo, señalaría a David Lynch, como gran creador tanto en cine, animación, música, escultura, diseñador de muebles… Soy muy fan.
«Me cuesta ver algo así como “mi obra”, algo con esa consistencia y trayectoria en el tiempo»
En animación, me encanta Don Hertzfeldt, me gustan mucho su estilo y su visión existencialista, siempre salpicada de un humor muy negro. Otro artista que me fascina es William Kentridge, que toca también muchos palos, su animación es increíble. Pensando en mujeres, hace no mucho descubrí el trabajo de Suzan Pitt, animadora y pintora, por desgracia fallecida en 2019, que tiene cortos formidables, como Asparagus, o Joy street. Como Lynch o Svankmayer, abre su mundo al subconsciente para hablar de la muerte, el sexo, la depresión…
Me cautiva sobre todo el arte confesional, diarios como los de Sylvia Plath, Alejandra Pizarnik, Katherine Mansfield… Otra gran artista siempre inspiradora es Louise Bourgeois, que también utiliza tanto el subconsciente como la experiencia personal. Por apuntar a una mujer más cercana y contemporánea a quien admiro, citaré por último a Izibene Oñederra, creadora de films de animación realizada a mano muy artísticos y personales.
¿Crees que el cine español se ha hecho un hueco en la industria cinematográfica internacional? ¿Está reconocido a nivel mundial?
Pues diría que sí, aunque supongo que es susceptible de mejorar.
¿Y el cine de animación?
Creo que sí.
«Espero que aún quede mucho talento femenino por emerger a la luz»
¿Cómo viviste tu entrada en el mundo audiovisual/en la industria cinematográfica? ¿Sentiste alguna dificultad por ser mujer? Esto es, ¿te has sentido alguna vez discriminada por ser mujer?
Pues la verdad es que no. No me he sentido discriminada en ningún sentido, creo, tampoco salarialmente. Con esto no quiero afirmar taxativamente que no exista esa discriminación, supongo que el tema tiene muchas aristas, sobre todo en cuanto a la formación y acceso inicial al mundillo, y también en el paso a puestos de dirección, por ejemplo, en estudios de animación. Pero en cuanto a mi experiencia y puestos por los que he pasado, por suerte, puedo decir que no.
Con respecto al tema concreto del apoyo a las mujeres cineastas, ¿cómo percibes tú la actual situación del cine español hecho por mujeres – a nivel de formación, acceso al trabajo, acceso a la financiación y redes de colaboración?
Creo que de unos años para acá hay un mayor acceso y visibilidad del cine hecho por mujeres, supongo que, gracias a las políticas de discriminación positiva, resulta algo menos difícil acceder a la financiación. Es fundamental que todo esto se trabaje desde la educación temprana, que las niñas tengan referentes de mujeres e incentivos para desarrollar su creatividad, y llegue ese día en el que la paridad sea real y natural…. El tema de formación y acceso al trabajo es de partida bastante complicado para ambos sexos. Teniendo en cuenta el paro juvenil y la crisis económica y laboral que arrastramos desde 2008, supongo que existen graves problemas de desigualdad para acceder a los estudios deseados y de ahí acceder al mercado de trabajo. Pero no tengo los datos para opinar en cuanto a porcentajes y acceso de mujeres jóvenes a formación y trabajo en el mundo audiovisual actualmente.
«El contacto con otras mujeres artistas siempre es enriquecedor»
¿Cómo crees que se ha transformado el panorama cinematográfico para las mujeres en España desde que tú empezaste a hacer cortometrajes hasta ahora?
Me siento poco capacitada para responder a esta pregunta, porque, aunque siempre he hecho mis cosillas en la sombra, digamos que me he lanzado en serio a hacer cosas y darles visibilidad relativamente hace poco. Solo puedo opinar desde la barrera de espectadora, y desde ahí diría que por suerte ahora parece bastante más accesible y motivador para las mujeres que hace años. Y espero que aún quede mucho talento femenino por emerger a la luz.
¿Crees que tu obra hubiera sido recibida de forma distinta si fueses hombre?
La verdad es que es interesante la pregunta, pero es difícil responderla… Pensando sobre todo en Yo, que es el corto con más visibilidad que he hecho hasta ahora, pienso que tener como productor y coguionista a una persona con el talento y la trayectoria de Fernando puede haber ayudado, pero me cuesta afirmar que pueda haber influido su condición de “hombre”. Creo, más bien, que su experiencia como director de cortos y largos, de montador y productor me han ayudado mucho, pero en el sentido de tenerlo a mí lado en esas tareas…. Y por la respuesta que ha tenido en su paso por festivales diría que no; creo, o quiero creer, que lo han valorado como pieza audiovisual al margen de mi sexo.
«Sigue siendo muy habitual que las mujeres dediquen mucho más tiempo a la crianza de los hijos»
¿Cuántas mujeres conforman el equipo de producción, rodaje y postproducción de tus obras?
Tengo poca obra y realizada con equipos reducidísimos. En El lugar adecuado yo era la única mujer. En Yo la proporción mejora considerablemente, hemos sido seis incluyéndome a mí, una presencia femenina superior a la mitad del equipo. Las piezas anteriores a estos cortos las hice sola.
¿Y el contacto con tus compañeras de la actualidad? ¿Te parece importante la colaboración entre mujeres cineastas?
Reconozco que soy una persona introvertida y me cuesta tanto enseñar mis cosas como salir de las cuatro paredes donde trabajo… Pero sí, creo que es fundamental, y no solo entre mujeres cineastas, sino también de otros ámbitos: mujeres escritoras, compositoras, artistas… Es siempre enriquecedor y espero en el futuro encontrar más vías de colaboración y encuentro.
¿Es la conciliación familiar entre tu vida personal y profesional un asunto que te preocupe? ¿Ves al respecto alguna diferencia con tus colegas de profesión varones?
Soy un caso atípico, porque tengo 45 años y no tengo hijos. Pero observando a amigas y familia es claramente un punto conflictivo, porque, aunque hemos avanzado en corresponsabilidad, sigue siendo muy muy habitual que las mujeres dediquen mucho más tiempo a la crianza que los hombres, sacrificando total o parcialmente el lado profesional o de aprendizaje. En mi caso, solo podría hablar de la dificultad que he tenido siempre de compaginar el trabajo, digamos, alimenticio con el creativo, cosa que estoy aprendiendo a sortear de la mejor manera posible. Pero esta dificultad es siempre superior para aquellas mujeres que son madres y deben sumar a este problema el de la conciliación con la crianza.
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